De pequeña mi mamá preparaba con frecuencia una versión de esta tortilla, pero con leche, harina de trigo, y azúcar. Era bastante frecuente tenerla en la mesa y me encantaba, siento que estaba cargada de mucho amor y por eso cuando dejé de comer gluten, lácteos y azúcar, esta receta se fue al cajón de las cosas que “no comería de nuevo”.